La siguiente variedad que vamos a conocer -y con ésta ya son ocho- es el Hariwake. Se trata de un koi con la piel de color blanco platino y marcas color rojo, naranja (Orenji Hariwake) o amarillo (Yamabuki Hariwake) metalizados que se superponen al primero. La combinación de los tres patrones de colores con el blanco platino crea una enorme cantidad de sub-variedades. El Doitsu Hariwake no obstante, quizás sea la más popular.
Es un miembro de los Hikari Moyo-Mono, el grupo de kois con brillo metálico con dos o más colores que no encontraremos en ningún otro grupo o clase. Algunos otros miembros son el Kikokuru, el Yamato-Nishiki, el Kikusui, el Platinum Kohaku, el Kujaka, el Gin Bekko, Kinsui, y el Ginsui.
Es un miembro de los Hikari Moyo-Mono, el grupo de kois con brillo metálico con dos o más colores que no encontraremos en ningún otro grupo o clase. Algunos otros miembros son el Kikokuru, el Yamato-Nishiki, el Kikusui, el Platinum Kohaku, el Kujaka, el Gin Bekko, Kinsui, y el Ginsui.
Parece ser que los primeros Hariwakes aparecieron con el cruce de un Kohaku y un Platinum Ogon.
Para seleccionar un buen ejemplar, debemos fijarnos en que la cabeza del Hariwake sea completamente blanco platino, aunque se acepta que el color secundario pueda cubrir una parte. Las aletas deben ser del mismo color (blanco platino) que el resto del cuerpo, pero si aparece el patrón de color en las extremidades, no lo descartéis por este motivo, siempre que muestre una apariencia equilibrada. Los bordes entre el blanco platino y el color secundario (conocido como Kiwa), deben ser nítidos y claros. Aunque esto, es muy difícil de obtener... Quedáis avisados.
Para seleccionar un buen ejemplar, debemos fijarnos en que la cabeza del Hariwake sea completamente blanco platino, aunque se acepta que el color secundario pueda cubrir una parte. Las aletas deben ser del mismo color (blanco platino) que el resto del cuerpo, pero si aparece el patrón de color en las extremidades, no lo descartéis por este motivo, siempre que muestre una apariencia equilibrada. Los bordes entre el blanco platino y el color secundario (conocido como Kiwa), deben ser nítidos y claros. Aunque esto, es muy difícil de obtener... Quedáis avisados.
Sólo un porcentaje muy bajo de Hariwakes salen adelante con una calidad aceptable. En los 2 primeros años del koi, debemos centrarnos en buscar rasgos metálicos fuertes, junto con un patrón de color que empiece a emerger. A medida que va madurando el koi, la base blanca se irá concretando, el patrón de color mostrará bordes más limpios y nítidos y un tono más consistente. Lo ideal, sería que este patrón de color se asemejara a los del Kohaku, pero no siempre es así. Los Orenji Hariwakes suelen mantener el naranja con un tono fuerte, en cambio, los Yamabuki Hariwakes suelen experimentar la pérdida de intensidad en el amarillo limón.
Los Hariwakes de mayor calidad, como ocurre con la mayoría de variedades de koi, los japoneses los guardan como potenciales futuros reproductores, el resto abastecerán la demanda nacional y extranjera. Así que si queremos un gran ejemplar, deberá ser a golpe de talonario, pues su cotización es altísima. Podemos optar a hacernos con un Hariwake de precio más modesto a cambio de sacrificar calidad. Probablemente los encontraremos con un buen blanco brillante y un patrón de color fuerte, pero éste último en si será deficiente, confinado a un sólo costado del cuerpo o repartido por el mismo, pero de una manera poco armoniosa y artística.
Detalle de las escamas de un Orenji Hariwake. |
Un Yamabuki Hariwake de Yamazaki que alcanza los 60cm. No está nada mal... |
No obstante, un ejemplar (o varios) de Hariwake en nuestros estanques no nos defraudarán, aunque no alcancen la calidad deseada, su brillo metálico y sus colores fuertes y llamativos serán motivos de atención por sí mismos.
Y para finalizar sólo recordaros que el mes próximo llegará el turno del Karasugoi. No dejéis de leernos...
Vía / Randy LeFever y otros