lunes, 20 de agosto de 2012

El Chagoi

La última vez que adquirí un koi  - que acabaron siendo 2 - me dije que sería el último... que no podía tener más, que en ese pequeño estanque de 2.500 l no cabían más... pero claro, ahora que el tanque de 14.500 l está en marcha (Tanque de kois en PRFV (parte 3), la cosa cambia... Ya no puedo autoconvencerme de que no hay espacio para ningún koi más. Así que me he puesto a pensar qué otra variedad me gustaría tener a parte de las actuales.

Cuanto más veo y leo en la red acerca del Chagoi, más convencido estoy de que es el candidato idóneo para cubrir "esa necesidad". Después de toda la "parrafada" que os voy a soltar a continuación ya me diréis si estoy en lo cierto o no.

Chagoi
Básicamente, el Chagoi es un koi color marrón que suele alcanzar un gran tamaño. Es una mascota muy dócil y comilona lo que la convierte en "el manso de la manada". Los expertos sitúan a esta variedad en el grupo de los Kawarimono.

"El Chagoi es un koi color café, sin embargo, un koi color café no es necesariamente un Chagoi. Dentro de esta distinción, hay niveles de calidad y rasgos valiosos por descubrir."
El pez debe ser grande, aunque esto no se aplica a los ejemplares jóvenes. Aún así, éstos, deben ser más grandes que todos los otros kois de la misma edad. Como adulto, un Chagoi es más apreciado cuanto más descomunal es su tamaño.
El cuerpo del koi debe estar formado por un gran bloque. La base de la cola debe ser gruesa y grasa. La cabeza y la espalda deben ser anchas, y ninguna parte del pez puede mostrarse delgada. Las aletas pectorales deben ser grandes y en forma de remo. Los ojos de un Chagoi deben ser activos y brillantes, con las córneas claras como el cristal." 
Con unos rasgos físicos así, es difícil resistirse al deseo que un Chagoi forme parte del grupo de kois que habite nuestros estanques. Pero es que aún hay más. En los Chagoi se distinguen 2 tipos de patrones, con y sin Fukurin (escamas resaltadas con un ribete negro, otorgando al conjunto de las escamas del pez la forma de una "red de pesca"). 

Ejemplo de escamas de Chagoi con Fukurin.
En los Chagois también podemos encontrar escamas Gin Rin (refracción de la luz que otorga a las escamas un brillo de diamante debido a que la proteína dentro de la escama, bajo la epidermis, se produce en los pliegues). Personalmente, este tipo de escamas en los kois no son de mi agrado, pero hay que reconocer que tienen una gran aceptación entre los aficionados.

Detalle de las escamas Gin Rin en un Chagoi.
Como hemos dicho al principio, el Chagoi es color marrón y en función de los diferentes tonos de marrón se conoce por un nombre u otro. Los más populares son el Rootbeer Chagoi, Green Chagoi, Brown Chagoi y Chagoi Utsuri.

"El Rootbeer Chagoi probablemente, tenga un nombre más técnico para designar este tono de marrón intenso, casi rojizo, pero es más divertido llamarlos con el nombre de este tipo de cerveza. Este Chagoi está disponible con y sin fukurin."

En este Rootbeer Chagoi podemos apreciar claramente el fukurin.
"El Chagoi verde tiende a ser el más sociable de todas los Chagois. Probablemente sea debido a que este koi siempre parece hambriento. Y aunque con el tiempo se vuelve marrón, el verde (temprano) anuncia el hecho de que el pez va a desarrollar en el futuro, un tamaño realmente magistral. El Chagoi verde también viene con y sin fukurin."
Green Chagoi.
"Brown Chagoi (o Chagoi Marrón), es el que probablemente debería tener fukurin para diferenciarlo de una carpa común. Es el más numeroso y popular y hace feliz a cualquiera que les gusten los kois." 
El Chagoi marrón es el que probablemente más se asemeja a la carpa común.
 "El Chagoi Utsuri es un koi de color marrón con un patrón de fukurin negro, además de otro patrón de manchas negras distribuidas de manera uniforme por todo el cuerpo, de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás."
El Chagoi Utsuri es el ejemplar de Chagoi más difícil de encontrar.
De entre todos los Chagois que he podido ver hasta el momento, el que me quita el sueño es el Chagoi color  te (o Brown tea Chagoi). Veremos si acabo decidiéndome por uno de ellos.

Probablemente, Marudo sea el mejor criador de Chagois que hay en la actualidad.

Gracias a Vijvercentrum De Scheper podemos disfrutar de este video de muestra de un Chagoi.

Y bien, llegados a este punto, poco más queda por añadir acerca de los Chagois. ¿Que os parece esta variedad de koi? ¿No os entran ganas de tener uno en vuestro estanque? Yo lo tengo claro.

sábado, 11 de agosto de 2012

Tanque de kois en PRFV (parte 3)

En las 2 anteriores entradas os he mostrado los pasos principales y más importantes para realizar nuestro proyecto de tanque con un coste relativamente contenido. A partir de aquí, los pasos a seguir dejan de ser comunes para ser más personalizados. Podéis repasar lo visto hasta el momento en los enlaces adjuntos que os dejo: Tanque de kois en PRFV paso a paso (parte 2) y Tanque de kois en PRFV paso a paso (parte 1) 

Como el albañil se ha cogido unas merecidas vacaciones, me he dedicado a realizar pequeñas tareas que uno mismo puede realizar sin mucho esfuerzo ni coste demasiado alto.

En primer lugar, he substituido la tuerca que sujeta la membrana aireadora del bottom drain por una más sólida en PVC. Al enroscar la membrana al tubo del aire, la tuerca que viene de serie se abrió por lo que he decidido cambiarla por la que os comento. El tubo es el mismo, pero siempre podemos substituirlo por uno de mayor calidad.

A la izquierda la original, a la derecha la pieza de mayor calidad.
Coste material: 1,25 €

Luego, he añadido piedras y tierra alrededor del tanque para obtener una mayor altura del suelo, consiguiendo de este modo, que el tanque quede a la altura deseada (o sea, que podamos apoyar los codos de forma natural en el borde, sin forzar la postura). También he añadido algunas pequeñas rocas y losas para decorar el conjunto así como una capa final de grava.

Imagen del conjunto.

La pared exterior del tanque se pintará al final de todo el proceso.
Coste material: 0 €
Tiempo empleado: 10 h.

A continuación, he preparado la toma de entrada del agua del pozo al tanque. Lo más sencillo hubiera sido hacer la salida por encima del tanque, pero he preferido integrarla en la pared. El resultado es más atractivo. Realizar un agujero en poliéster reforzado con fibra de vidrio no es tarea fácil y lleva su tiempo. Es necesario para ello, una corona con los dientes bañados en una capa de tungsteno. Por las advertencias que me hicieron en la ferretería, pensé que necesitaría más de una corona para atravesar los 4,5 cm de espesor que tiene el tanque de PRFV, pero no ha sido necesario. De hecho, la corona sigue casi intacta, lo que me permitirá hacer algún taladro más.
Si vais a realizar algún agujero en vuestro tanque de poliéster, no olvidéis tomar las medidas de seguridad necesarias: una mascarilla que os cubra nariz y boca, unas gafas de protección y guantes. El polvillo que se desprende no debe ser muy bueno para la salud, así que olvidaos de esnifarlo.

Debido al grosor del tanque, ha sido necesario...

... taladrar por ambas partes a una velocidad de giro no superior a 190 rpm.

Para no quedarse sin corona a los pocos minutos, es necesario dejarla enfriar.
Reductor (de 90 a 76mm), husillo, corona de 76mm y tubo pvc.
Coste material: 64 €
Tiempo empleado: 3 h.

Una vez realizado el agujero, la tarea de encolar los 2 codos (90 mm), el reductor y las secciones de tubos de pvc resulta una tarea fácil y rápida. El esfuerzo ha valido la pena. Después, podemos pintar el tubo del mismo color que la pared interior del tanque. Yo he preferido forrarlo con caña de bambú, dándole así ese pequeño "toque japonés".

Situando el tubo en la parte trasera del tanque minimizamos el impacto visual.
Hay que cortar el tubo a la medida deseada.
Luego elegimos un trozo de bambú con un buen diámetro...

... y le vaciamos el interior con la ayuda de la misma corona.

Por último sólo queda ajustar el bambú y barnizarlo.
Coste material: 40 € (aprox.)
Tiempo empleado: 2 h.

Estoy deseando llenar hasta arriba el tanque de agua, pero antes aún queda trabajo por hacer. Así que ya os lo cuento en unos días...