domingo, 21 de octubre de 2012

7 kois

Este pasado sábado como hacía un tiempo espléndido y el anterior, saqué del estanque algunos de mis 7 kois, para medirlos y comprobar que no tuvieran ninguna herida o arañazo que se me hubieran pasado por alto. No es algo que acostumbro a hacer, porque pienso que cuanto menos moleste a los peces, mejor estarán. Pero, quería comprobar hasta que punto están teniendo un crecimiento acorde a su edad, aún a pesar de las limitaciones de espacio y litros de agua que tienen hasta el momento. 

Veamos, el primer koi que llegó al estanque a finales del 2008 fue un Dagoi anaranjado, que en Enero de 2009 alcanzaba unos modestos 10-12 cm (o quizás un poco más...). Ese pequeño y escuálido koi es en la actualidad un Yonsai (koi con 4 años de edad) de 54 cm. Esto lo convierte, por el momento, en el segundo koi más grande que tengo. Según las tablas de crecimiento que he consultado ("Equación de crecimiento de Ludwing von Bertalanffy", de 1938), su desarrollo está un poco por debajo de lo previsto (debería medir unos 59,3 cm), pero aún así me siento satisfecho.

El siguiente koi en llegar fue un Ki Utsuri (macho) de aproximadamente unos 30 cm, y tras 41 meses conmigo alcanza los 45 cm. Desconozco la edad del pez, aunque supongo que estaría alrededor de los 2 años en 2009 (Nisai). Por lo tanto, otro claro ejemplo de koi que no alcanza la media. Aunque a su favor he de decir que los machos no suelen alcanzar con tanta facilidad los tamaños que alcanzan sus congéneres  de sexo opuesto. De hecho, me sorprende que haya llegado a alcanzar dicho tamaño, pues su antiguo cuidador, muchísimo más instruido en esta afición que un servidor, me comentó en el momento de obsequiarme con él, que no esperase un gran cambio en el desarrollo de éste, que no iba a crecer mucho más. Razón no le faltaba, pero aún así, sigo sorprendiéndome del tamaño alcanzado.

Junto al koi anterior, llegó un Doitsu Hariwake también de unos 30 cm. aproximadamente y que se convirtió en la reina del estanque (porque creo que se trata de una hembra...) por derecho propio. Desde su llegada, sus cambios han sido más que evidentes y en estos momentos ostenta el honor de ser el koi de mayor tamaño en mi estanque: 57 cm. y parece que quiere seguir creciendo y engordando porque tiene un apetito tan voraz sólo comparable al de un Chagoi. Llegó con apenas 18 meses y tras 59 meses (o casi 5 años) su aspecto impresiona a todos aquellos que nos visitan.
En su primer año, este tosai no alcanzaba los 15 cm de longitud...
... pero en estos 4 años ya ha superado con facilidad los 50 cm.
Ki Utsuri (macho) de unos 30 cm en el momento de adoptarlo.
El mismo Ki Utsuri (macho) un poco más envejecido.
En 2009 este Doitsu (30 cm) era completamente blanco. 
Por la diferencia de tamaño (57 cm) y color no parece el mismo koi de la foto anterior.
Tras el Ki Utsuri y el Doitsu Hariwake se une un nuevo compañero del que cada vez estoy más gratamente sorprendido. Se trata de un Sanke (hembra) llegado en Junio de 2010 con 25 cm. En 28 meses (poco más de 2 años) ya alcanza los 52 cm y me agrada su forma corporal, incluida la mancha de Hi (rojo) que le cubre la nariz. Los japoneses emplean el término hanatsuki -si no lo he entendido mal- para referirse a ello y lo encuentran poco o nada aceptable, pero como digo, a mi me gusta. Al igual que la Doitsu, esta Sanke es muy tragona motivo por el cual, evidentemente, está alcanzando un buen tamaño.


Al día siguiente... (a veces tengo impulsos irracionales ¿No habéis realizado nunca una compra compulsiva? Yo, unas cuantas...) llegó un segundo Sanke, un tosai de Ogata que medía entonces unos 15 cm aprox. El koi ha cambiado mucho, pero no  se puede decir que haya mejorado precisamente... A un crecimiento discreto (37 cm.), hay que añadirle una pérdida del patrón tricolor (blanco, negro, rojo) casi total. Esto ocurre a veces... ¡Qué se le va a hacer!
Espero que "Micky" el Kohaku que llegó junto con este Sanke y que vemos en la parte izquierda de la imagen haya tenido un desarrollo mucho más interesante, pues las condiciones de su nuevo hogar eran mucho más propicias para ello. Aún así, la genética también juega un papel importante en el crecimiento de los kois, por lo que quién sabe...

Y por último, este mismo verano llegaron una Showa de Sekiguchi con 43 cm y una Kohaku de Thosio Sakai y 44 cm. Es pronto para sacar conclusiones, pero en el poco tiempo que llevan en mi estanque, ya alcanzan los 46 cm. Tengo puesta mucha ilusión en estos dos ejemplares.
Una característica común en los Sankes, la coloración azul en el contorno de ojos.  Medía entonces 25 cm.

Esta Sanke ha ganado en peso, tamaño (52 cm) y forma corporal desde 2010.
Tosai Sanke de Ogata (15 cm) recién llegado, junto a "Micky".
Todo lo que queda del Sanke de Ogata (37 cm) son esas pequeñas manchas rojas y negras... Mala genética.
Mi primer Showa (46cm).
El Kohaku (46cm) es un ejemplar que no debería faltar en ningún estanque.
Por todos los aficionados es sabido que el crecimiento del koi depende de 3 factores de entre otros tantos: el espacio, la genética y la alimentación. Otros factores como la sobrepoblación, mala calidad del agua y el stress contribuyen de manera negativa en su buen desarrollo.

Resulta evidente que mis kois ni gozan de una excelente genética ni de un gran espacio para un buen desarrollo, pero hasta el momento, lo que he podido ofrecerles es una buena alimentación y una calidad de agua aceptable. Nada puedo hacer por mejorar la genética de mis kois, pero sí está en mis manos ofrecerles el espacio suficiente para un mejor crecimiento. Este es ahora mi objetivo... ¿Y el vuestro? ¿Qué vais a hacer para mejorar la calidad de vuestros kois?